Un policía macedonio observa una de las protestas en el campo de Idomeni. Foto: Pablo Ibáñez.

La policía macedonia volvía a utilizar la violencia contra los refugiados en la mañana de este lunes. Tras un rumor de apertura de la frontera, cientos de refugiados, de los más de 8.000 que continúan atrapados en Idomeni, trataron de llegar al paso fronterizo, lo que fue respondido desde el otro lado de la frontera con gases lacrimógenos.

Los gases afectaban tanto a refugiados como a voluntarios y periodistas allí presentes, así lo denunciaba la periodista griega Marianna Karakoulaki, una de las afectadas por la violenta acción de la policía macedonia. Al menos dos personas se desmayaron tras el lanzamiento de gases y decenas tuvieron que recibir atención médica.

La situación en Idomeni es tremendamente complicada. Más de 8.000 refugiados permanecen atrapados, desde hace dos días, en un campo con capacidad para 2.500. Las escenas de tensión se vienen sucediendo, día tras día,  en la frontera de Grecia con la Antigua República Yugoslava de Macedonia (ARYM) desde la semana pasada.

Una situación que podría agravarse en los próximos días, debido a la cantidad de refugiados que transitan Grecia en estos momentos y al cuello de botella que supone el acceso a ARYM. Muchos de los refugiados abandonan los campos griegos para llegar a pie hasta Idomeni.

Los fuertes controles establecidos por ARYM, así como los cupos pactados por los países más al norte, que no recibirán a más de 580 refugiados por día, están generando un colapso en los campos de refugiados del norte de Grecia, que no solo no parece tener solución, sino que tiene visos de agravarse.

A partir del paso fronterizo grecomacedonio las cosas van mucho más despacio. Países como Croacia se permiten la devolución a Serbia y Macedonia de cientos de refugiados, por simples trámites burocráticos que podrían ser resueltos telemáticamente.

Este lunes, tres autobuses eran devueltos desde Sid, al norte de Serbia, hasta el campo de Presevo, en la frontera con ARYM, desandando una buena parte de su camino hacia el norte de Europa. Unos movimientos que condicionan todavía más la apertura, siempre intermitente, de la frontera macedonia.

Los refugiados llegados esta noche desde la frontera macedonia al norte de Serbia en autobuses aseguraban que, en la tarde noche del domingo, permanecieron durante más de seis horas a la intemperie en el corredor que une ARYM con la localidad serbia de Presevo.

Doce horas más tarde continuaban atrapados en el campo de refugiados de la estación de servicio de Adasevci, ya en el norte de Serbia, esperando a ser trasladados a Sid, desde donde tomarán el tren para Slavonski Brod en Croacia.

La lentitud de las gestiones al norte de Grecia parece en ciertos momentos premeditada. Hemos encontrado en Serbia campos desiertos. Desde que ARYM se ha convertido en punta de lanza, la situación más al norte se tranquiliza, dejando todo el peso del problema migratorio sobre los hombros de Grecia.

En la tarde del pasado viernes Presevo era básicamente una oficina de gestión de papeles en la que una docena de refugiados pernoctó. La mayoría, llegaban desde ARYM y en dos o tres horas se montaban en un autobús hacia el norte de Serbia. Ya en el norte, en Adasevci, los barracones permanecían vacíos. Tan solo las 92 personas que salieron de ARYM, esperaban para tomar el tren hasta Croacia.

La situación en Sid, a tan solo 10 kilómetros de Adasevci, era bien distinta. Más de 300 personas pernoctaban en el campamento, algunas desde hacía quince días. La mayoría devueltos por Croacia por algún trámite burocrático, los mismos que ha sido devueltos hasta ARYM, en la mañana de este lunes.

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