Las restricciones en la frontera de Macedonia solo permiten atravesar este enclave a aquellos solicitantes de asilo procedentes de Siria, Iraq o Afganistán, prohibiendo el paso a aquellas personas de otra nacionalidad.

Estas, rechazadas en la frontera, podrán solicitar asilo en Grecia. Sin embargo, la mala gestión a largo plazo del sistema de asilo, agravada por la profunda crisis económica de Grecia y el dramático aumento en las llegadas, obligan a los solicitantes de asilo a enfrentarse con serios obstáculos en Grecia.

El aumento de las restricciones en las fronteras ha dejado a miles de solicitantes de asilo y migrantes que no cumplan estos requisitos encerrados en territorio heleno. Entre ellos hay migrantes regulares, a los que en Bruselas denomina “económicos”, pero también otros procedentes de Irán, Libia o Somalia que habitualmente han tenido altos índices de reconocimiento de asilo por la UE, que ahora cierra la puerta en sus narices.

Las decisiones de altos despachos bloqueando el paso y negando derechos fundamentales, ratificados por la Declaración Universal de los Derechos Humanos, como es el derecho de asilo.

Mientras los despachos cierran puertas otras reclaman abrirlas. Este fin de semana el campo de refugiados de Idomeni tratará de convertirse en una fiesta. La actuación de más de 40 artistas amenizará la llegada de los solicitantes de asilo. El Open Border Parade tendrá lugar durante todo el fin de semana. Unas horas en las que los artistas pernoctaran, convivirán y comerán junto a los migrantes, tratando de alegrar su paso por Idomeni, a la vez que reclaman la apertura de la frontera.